La devoción a la Virgen de Lourdes fue relevante durante el siglo XX y continúa siendo una tradición religiosa que caracteriza a la ciudad cada 11 de febrero, sin embargo, antiguamente también se realizaban romerías en agosto, el día de la Asunción de la Virgen y en abril para la fiesta de Cuasimodo.
En 1889 Teodoro von Schroeders instaló en el sector de Miramar una gruta con una imagen de la Virgen de Lourdes, que en 1913 fue trasladada a Agua Santa, cuando junto a su esposa Emilia Sarratea la donaron a los Padres Pasionistas, según da cuenta la docente Carolina Miranda San Martín en “Apuntes de investigación sobre Historia Religiosa de Viña del Mar”.
En el año 1911 la congregación inauguró una nueva casa después que el terremoto del 16 de agosto de 1906 destruyera sus posesiones; la iglesia inició sus actividades en 1916 y junto a ella, en 1912, se erigió la Gruta de Lourdes que originalmente ocupaba un pequeño espacio dentro del recinto parroquial.
No obstante, la gruta de Lourdes como la conocemos hoy en la subida de Agua Santa data de 1963 cuando el padre español Modesto Seoane impulsó su construcción con la ayuda de toda la comunidad y las autoridades de la época, encargando el proyecto al reconocido arquitecto viñamarino Tomás Eastman Montt.
Dirección: San José 72, Agua Santa.
fuente: patrimoniovina