Su engranaje original ha variado en dos oportunidades, en la última ocasión su sistema mecánico fue sustituido por un eficiente computador, que lo pone al día en cuanto a tecnología y que le permitirá funcionar por muchos decenios más.
En tanto, la mantención de las flores que tienen una altura de no más de 10 cm, por el movimiento de los punteros y el segundero, se realiza en forma permanente y el cambio de las mismas se efectúa cada tres meses.
El Reloj de Flores se ha convertido en uno de los sitios turísticos más concurridos por los visitantes, y según dicen los habitantes de la ciudad, aquellos que se fotografíen con él a sus espaldas volverán a Viña del Mar.
Existen otras importantes urbes con relojes florales similares al de nuestra ciudad, como Bologna, Italia; Barcelona, España; San Juan, Argentina; Caracas, Venezuela; Asunción, Paraguay; Melbourne, Australia; Monrovia, Sudáfrica, entre otras.
Dirección: Subida Álamos, Cerro Castillo.
Fuente: Patrimoniovina.cl